Nutrición, depresion y violencia.

De una dieta pobre en hidratos de carbono o vitaminas pueden derivar problemas como la depresión o un carácter violento. Hay personas en las que esta carencia de nutrientes genera un pensamiento negativo, que de no corregirse se puede convertir en depresión. De la misma manera, estos pensamientos negativos pueden desencadenar conductas violentas como salida para la ansiedad que generan. Cuando al cuerpo le faltan vitaminas básicas, actúa como en los casos de síndrome de abstinencia de los drogodependientes. Intenta equilibrarlo con procesos que no puede controlar. Si no incluimos las necesidades de hidratos de carbono, el cuerpo no se podrá defender con la energía necesaria ante las exigencias de la vida diaria. Por esto, cuando veamos que se generamos demasiados pensamientos negativos, es aconsejable comer pastas, arroces, patatas... Es muy importante también llevar una dieta constante con las suficientes frutas y verduras crudas. También pueden ser muy útiles los suplementos vitaminicos.