La buena salud comienza por la actitud mental, por la ejercitación de nuestro cerebro. Una excelente manera de mantenerlo es a través de la creatividad. La escritura resulta una disciplina excelente para conseguirlo.
Ramón Alcaraz García es escritor y corrector, profesor del taller de escritura El Desván de la Memoria. Nos ha concedido una entrevista donde nos desvela los beneficios de la escritura sobre la salud.
¿Es la escritura una actividad sana?
Sí, ya que se trata de una actividad intelectual. Nos ayuda a ejercer la mente, a recordar, a generar asociaciones mentales que nos mantienen activos y en forma psíquicamente.
¿Existe alguna contraindicación para la salud cuando escribimos?
En principio ninguna, como ocurre con cualquier tipo de afición que nos sirve de entretenimiento. Al contrario, escribir es una práctica muy recomendable, dado que nos sirve de divertimento y evasión. Como ocurre con todo, el exceso nunca es bueno, y la escritura no se debe convertir en una obsesión, algo que deja de ser divertido para convertirnos en esclavos de unos objetivos que están más allá de lo literario y lo lúdico, como puede ser la obsesión por publicar, por ganar premios, por ser reconocidos... Hemos de tener claro que la escritura forma parte de nuestro ocio, lo que podamos conseguir después con ella será algo añadido.
¿Hay gente que escribe o se apunta a un taller literario por prescripción médica?
Los médicos recomiendan el ejercicio físico y mental en situaciones de estrés, ansiedad o alteraciones psicológicas de cualquier tipo. Escribir posee el beneficio añadido de que nos puede ayudar a la introspección, a rememorar y realizar tareas de memoria y agilidad mental (como los conocidos juegos que buscan el mismo fin), adecuados para que nuestra mente se mantenga en forma y nuestro estado de ánimo mejore. Llega a ser una forma de terapia. En general, todo lo que nos ilusiona siempre es positivo para nuestra salud.
¿Qué es una sinestesia?
Una sinestesia es la descripción de una sensación a través de un sentido que no le es propio. Por ejemplo, si decimos que alguien tiene una voz dulce, o una sonrisa dulce, estamos expresando sinestesias, ya que la sonrisa se aprecia por la vista y la voz es un sonido, mientras que dulce pertenece al sentido del gusto. Las sinestesias se estudian en psicología porque reflejan una capacidad sensorial de algunas personas, que asocian colores, sonidos, etc. a colores u otras sensaciones. En la escritura expresamos narrativamente un fenómeno que algunos perciben en la realidad.
¿La escritura nos ayuda a estimular las sensaciones?
Sí, cuando escribimos entrenamos la percepción de las sensaciones. Hemos de estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor, que muchas veces pasa desapercibido. Los detalles, las formas, los sonidos, aromas, etc. pueden llamar nuestra atención en cualquier momento y de ahí obtenemos ideas para relatos o poemas. Es una forma de estimularnos y estar más receptivos al mundo que nos rodea.
¿Ayuda a relacionarnos?
La escritura ayuda a establecer relaciones con otras personas que comparten con nosotros esta afición común. También nos ayuda a relacionarnos con nosotros mismos, es decir, a conocernos mejor y, por extensión, a conocer mejor a los demás.
¿Puede ser una válvula de escape para los problemas y preocupaciones de la vida diaria?
En efecto, todo lo que nos evade, lo que nos distrae, lo que nos permite salir de la rutina diaria es un valioso recurso que nos permite desconectar y descansar. Ese es el mejor regalo que nos aporta la escritura, no hemos de olvidarlo. Y si a ello le unimos, en caso de que ocurra, que nos llega la noticia de una publicación o de un premio en un certamen (por pequeño que pueda ser), la alegría y el estímulo se convierten en una importante recompensa. No hay nada más reconfortante que nuestras creaciones artísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta: